Fue presidente de la Comisión Chilena de Derechos Hunamos de la región de los Ríos, que trabajó vinculada a la Comisión de Santiago. Tenían diferentes comisiones, como la poblacional, en la que se organizaba la resistencia. También defendían a los presos políticos, con dos abogados que trabajaban voluntariamente. Hacían visitas a las cárceles, ayudando a los detenidos con alimentación y vestuario.