Tenía 11 años para el golpe militar. El año 1979 fue a estudiar a Valdivia, donde tomó contacto con la actividad política. De regreso a su ciudad, se hizo parte del Movimiento de Oposición Juvenil, para canalizar acciones en oposición al régimen dictatorial. Esta organización colaboró con actividades desarrolladas en el Sindicato de la Construcción. Hacia 1984, junto a otros jóvenes, comenzaron a publicar La Tarea, revista clandestina contra el régimen que generó gran impacto en la ciudad. Paralelamente, Nelson se integró a la AGECH, que se formó en Coyhaique en el año 1985. Fue secretario político de Cloromido Almeyda En Chile Chico (cuando fue relagado a esa ciudad en 1986).
Archivo Oral centrado en la experiencia de hombres y mujeres que vivieron el exilio en la Unión Soviética. Dan cuenta de la diversidad de vivencias que se sucedieron en distintas zonas en diferentes repúblicas de un país que hoy no existe. Se incluye la experiencias de parte de los 93 jóvenes que partieron a recibir capacitación antes del golpe a la localidad de Akhtyrskiy, en las cercanías de Krasnodar. Lo que iba a ser un viaje de estudios se transformó en un largo exilio.
También están los testimonios que tienen relación con en el Interdom Internacional de Ivanovo, ubicado en las cercanías de Moscú, y la experiencia de exiliados y exiliadas que tuvieron la oportunidad de cursar estudios en diversas universidades de la Unión Soviética, en las que encontraron un espacio de acogida, especialmente por el gran movimiento estudiantil que contribuyó a formar la “Interbrigada Víctor Jara” de trabajos voluntarios, impulso inédito de solidaridad con nuestro país.
Durante la dictadura, Angélica Pacheco fue parte de los movimientos de mujeres y trabajó en el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) en la ciudad de Osorno. En el presente testimonio, relata su experiencia en el trabajo poblacional y con grupos de jóvenes que se organizaba para hacer frente a la represión de la época. Rodolfo Balbontín, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario, cayó preso por primera vez en 1974 en Osorno, luego fue nuevamente detenido junto a otros militantes, siendo trasladados a Villa Grimaldi, 3 y 4 Álamos, y finalmente Puchuncaví; logró su libertad a fines de 1976. Fue impulsor de la Agrupación de ex Presos Políticos, que junto a las agrupaciones de familiares y algunas organizaciones sociales, formaron el Coordinador de Derechos Humanos de Osorno.
Diego Olivares, ligado al movimiento de jóvenes cristianos, participa en los comités de derechos humanos de la zona sur de Santiago. Comienza su labor política como militante del Partido Demócrata Cristiano. Durante la dictadura asume un rol relevante como presidente del la Confederación Bancaria y como presidente de la reconformada Central Unitaria de Trabajadores, en 1988, en ausencia de Manuel Bustos, que había sido tomado preso por la dictadura. En 2003 decide abandonar la CUT para conformar la Unión Nacional de Trabajadores de la cual es su Consejero Nacional.