Militante del Partido Socialista, vivió su infancia en las localidades de Potrerillos y El Salado, en la provincia de Chañaral. Desde joven participó en los centros de alumnas del Liceo de Niñas de Copiapó. El golpe de Estado la encuentra con su hijo recién nacido y la obliga a emigrar a Santiago por un periodo, posteriormente logra volver junto a su familia a Vallenar y comenzar la reorganización social y política en esta ciudad.
Asistente social de profesión, esposa de Lisandro Sandoval Torres, asesinado el 17 agosto 1981 en Santiago. Trabajó vinculada a temas de derechos humanos desde que volvió del exilio en Suecia, a mediados del año 1989, momento en que se incorpora a las labores de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, posteriormente trabaja en la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE).
Desde los primeros años de la dictadura prestó ayuda a los presos políticos y a sus familias. Posteriormente trabajó en la oficina de la región de la Araucanía de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE).
Entrevista a Noemí Baeza Henríquez. En 1973 era Productora Artística del Área de Extensión y Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado, UTE. Estuvo detenida junto a Víctor Jara. Asistente Social. Vivió el exilio en Holanda. Trabajó en la Fundación de Protección a la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, PIDEE.
Entrevista a María Eugenia Rojas. El 11 de septiembre de 1973 era secretaria del departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile. En 1975 se integró a la Fundación de Ayuda Social de Iglesias Cristianas FASIC, como documentalista. En 1979 creó el organismo de derechos humanos de Protección a la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, PIDEE. Fue Presidenta de la Corporación Casa de La Memoria y secretaria Ejecutiva de la Fundación de Protección a la Infancia dañada por los Estados de Emergencia PIDEE. Falleció en Santiago, el 5 de septiembre de 2016.
TESTIMONIO DE ANA MARÍA ACEVEDO ARRATIA, educadora de párvulos y trabajadora por los derechos de los niños de profesión, artista escénica y literata de vocación, ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR. Su exilio en Cuba está marcado por episodios difíciles pero de gran crecimiento personal para ella y sus hijos. A su retorno trabajó en proyectos de la Fundación de Protección para la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, PIDEE.