Abogada, se desempeñó en el Arzobispado de Antofagasta, defendiendo a los detenidos políticos en los primeros Consejos de Guerra llevados a cabo por la Justicia Militar durante la dictadura. En esta entrevista comenta las dificultades con las que tuvo que lidiar para desarrollar su labor y el trabajo en red que hacía la iglesia para apoyar tanto a víctimas como a sus familiares.