Ciudadana francesa que desde fines de los años 70 llevó a cabo, junto a su marido André Jacques, una labor de solidaridad con Chile a través de la organizacón CIMADE (Comité Inter-Mouvements Après Des Evacués, Comité para la Coordinación de Actividades de los Desplazados). En el presente testimonio relata lo que fue su trabajo para ayudar a las personas afectadas por la dictadura, su apoyo a la labor de artesanas arpilleristas chilenas para financiar comedores infantiles y los cercanos vínculos que mantiene hasta nuestros días con el movimiento de defensa de los derechos humanos de nuestro país.