Colección de testimonios de trabajadores y trabajadoras de la cultura, quienes desde diferentes organizaciones generaron un esfuerzo colaborativo y solidario para luchar contra la dictadura a través de expresiones artísticas y creativas. Su historia es la prueba de que el apagón cultural nunca existió, a pesar de la represión. Además, como trabajadores fueron capaces de organizar, durante los diez primeros años de la dictadura, colectivos amplios y convocantes como lo fueron la Unión Nacional por la Cultura (UNAC) y el Coordinador Cultural.