El Archivo Oral del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos tiene por objetivo aplicar la metodología de registro oral para documentar historias personales y colectivas sobre el período de la dictadura. En esta línea de trabajo caben las micro-historias de organizaciones obreras, asentamientos campesinos, sindicatos, experiencias de exilio, por nombrar algunos. Su finalidad es construir un archivo de consulta que sirva a investigadores, académicos, estudiantes y usuarios interesados en conocer diferentes episodios represivos que afectaron a comunidades específicas y que fueron invisibilizados en su momento por las versiones oficiales.
Artista gráfico y trabajador cultural independiente. Junto a un colectivo de autogestión y disidencia política fundó en 1977 el Taller Sol, espacio de resistencias culturales que se mantiene en actividad. Su labor por muchos años estuvo enfocada al diseño y la realización gráfica, generando un importante cuerpo de carteles y afiches. Por su rol en las organizaciones populares y su vinculación con el movimiento poblacional, fue perseguido por la dictadura, viviendo la prisión política y la relegación. Desde el Taller Sol participó de diferentes instancias organizacionales como la Unión Nacional por la Cultura, la Asociación de Trabajadores de la Cultura y el Coordinador Cultural. En la actualidad continúa enfocado en el archivo del Taller Sol y participando en diferentes instancias comunitarias y barriales, siempre bajo las premisas de autonomía, autogestión y memoria.
Artista visual y académico. Al momento del golpe era Secretario General de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile y asesor artístico de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU). Su compromiso con el proyecto cultural de la Unidad Popular le costó la expulsión de la universidad cuando esta fue intervenida por la Junta Militar. Junto a otros artistas visuales fundó en 1974 el Taller Bellavista que más tarde se convirtió en el Taller de Artes Visuales (TAV). Desde esta organización, participó en la conformación de la Unión Nacional por la Cultura (UNAC) y del Coordinador Cultural. Posteriormente se dedicó a la docencia en diferentes casas de estudio. Después del fin de la dictadura se reincorporó a la Universidad de Chile, llegando a ser Vice-Decano de la Facultad de Artes. En 1998 asumió la dirección del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) cargo que mantuvo hasta 2021. Fallece en 2023.
Colección de testimonios de trabajadores y trabajadoras de la cultura, quienes desde diferentes organizaciones generaron un esfuerzo colaborativo y solidario para luchar contra la dictadura a través de expresiones artísticas y creativas. Su historia es la prueba de que el apagón cultural nunca existió, a pesar de la represión. Además, como trabajadores fueron capaces de organizar, durante los diez primeros años de la dictadura, colectivos amplios y convocantes como lo fueron la Unión Nacional por la Cultura (UNAC) y el Coordinador Cultural.
El Pabellón J fue el espacio que albergó, hasta fines del año 80, las carreras de Pedagogía en Castellano y Literatura y Lingüística en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Estaba situado dentro de lo que hoy acoge a la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), territorio que popularmente se conoce en Santiago como “El Peda”. Desde los primeros años de la dictadura, el Instituto Pedagógico fue duramente reprimido e intervenido, proceso que cobró víctimas dentro de la comunidad universitaria. Esta situación funcionó con una lógica de espionaje, soplonaje y control, que llevó incluso a establecer oficinas de los servicios de seguridad al interior de los mismos espacios educacionales. Pese a esto, «El Peda» fue uno de los primeros lugares universitarios de la Región Metropolitana en contribuir a la reactivación del movimiento social y político a través de acciones artístico-culturales, movilizaciones de denuncia y labores solidarias. El presente Archivo Oral se centra en esta experiencia, con las narrativas de una treintena de personas que pasaron por las aulas y patios del Pabellón J. Sus testimonios se centran en los primeros diez años de la dictadura, periodo en el que se llevó a cabo un proceso que, desde las bases, marcó un precedente de lo que vendría en años posteriores y sin el cual no habría sido posible la movilización social de masas para la recuperación democrática.
Vilma Mendoza Pávez viene de una familia de profesores y profesoras originaria de Los Andes. Estudió en la Escuela N°2 y en el «Liceo Maximiliano Marchant» de esa ciudad. Ingresó, en el año 1975, a la carrera de Psicología en la Universidad de Chile, cuya escuela estaba en el mismo Instituto Pedagógico. Luego se cambió a Pedagogía en Castellano. De carácter introvertido, en los espacios de «El Peda» encontró un lugar y una comunidad donde pudo desarrollar sus intereses. Fue delegada de su promoción cuando se generaron las instancias para la elección de Centros de Alumnos democráticos y participó de las acciones culturales y políticas del Pabellón J. Vilma, aficionada al canto, se presentaba en esas actividades con un repertorio de tangos. En 1981 terminó sus estudios. Comenzó haciendo clases en colegios de las comunas de Independencia y Conchalí. Paralelamente continuó cantando, integrándose en coros y formando parte del grupo folklórico Chilhué. También se integró a la labor gremial del magisterio siendo parte de la AGECH. Además de dedicar su vida a la docencia, también ha sido encargada de Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA) y de Unidad Técnico Pedagógicas (UTP). Actualmente está jubilada y dedicada a su familia.
Ricardo Brodsky Baudet viene de una familia de migrantes, siendo el segundo de tres hermanos. Su padre era médico y su madre trabajadora social. Ambos fueron militantes del Partido Comunista.
Después del golpe de 1973 estuvo un año en Argentina con su padre y sus hermanos. Retorna a Chile en octubre de 1974. Ingresa al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile a estudiar Literatura. En ese lugar realiza actividad política, como militante del MAPU, con la formación de los Comités de Resistencia, que eran grupos de propaganda que realizaban panfletos y rayados. También participó de la formación de la Revista Letras, que cumplía el rol de activador cultural para agrupar personas y comenzar a construir tejido social. El año 1980 deja de asistir a clases por motivos familiares y por temas de su militancia clandestina. Termina sus estudios en 1984, en la sede de La Reina de la Universidad de Chile, pues la dictadura había cerrado el pedagógico. Es en esta época donde asume labores activas como dirigente de la FECH. Brodsky ha sido Embajador de Chile en Bélgica, Director Ejecutivo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Director del Museo Gabriela Mistral y actualmente Director del Museo Benjamín Vicuña Mackenna.