Testimonio de Jaime Herrera

Jaime Herrera Urzúa comparte su experiencia como prisionero político durante la dictadura militar en Chile. Criado en una familia humilde en Santiago, se trasladó a Iquique a los 17 años, donde se involucró en actividades políticas, primero como militante socialista y luego como miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Tras el golpe de Estado de 1973, fue arrestado, torturado y encarcelado en Pisagua. Narra con detalle las torturas físicas y psicológicas sufridas, incluidas amenazas de fusilamiento y simulacros de ejecución. Durante su cautiverio, destaca la solidaridad entre los presos políticos, así como la humanidad de algunos militares que, aunque parte del aparato represor, mostraban remordimiento o ayudaban discretamente.
Tras ser condenado por un Consejo de Guerra, fue relegado al sur de Chile, donde enfrentó pobreza y vigilancia constante. Finalmente, logró salir del país con ayuda de la Cruz Roja Internacional, que lo trasladó a Estados Unidos, donde continuó su lucha humanitaria y apoyo a refugiados chilenos.
Menciona a Pedro Espinoza, Freddy Taberna, Ronco Nuñez.