Jaime Herrera

Vivió su infancia en Santiago y a los 17 años se trasladó a Iquique. Relata su paso por el Campamento de Prisioneros de Pisagua, donde fue torturado. Destaca la solidaridad que se generó entre los detenidos, y recuerda también el uso y tráfico de drogas que se daba entre los uniformados a cargo.