Drufé Villalobos entra a trabajar a comienzos de los 70´ al rubro ferroviario, espacio en el que toma un rol protagónico entre los trabajadores. Después del golpe de Estado se traslada a las principales empresas de Iquique para apoyar a los trabajadores, luego de eso pasa a la clandestinidad, desde donde se dedica a fomentar la unidad sindical para hacer frente a la dictadura.