Sergio Díaz, Jaime Vargas y Rubén Díaz
Integrantes del Sindicato Agrícola de La Ligua, todos ellos participaron de la reorganización social del sector agrario, siendo expulsados de sus tierras, viviendo la clandestinidad y siendo detenidos.
Junia Castro Rojas es la menor de cinco hermanos. Se crió con su madre que era auxiliar de enfermería , quien se separó de su padre y tuvo que salir adelante con todo el grupo. Estudió en el Colegio Santa Rosa, en la comuna de San Miguel. Ingresa a Pedagogía en Castellano en el Instituto Pedagógico en el año 1975, un lugar que recuerda como lleno de miedo y autoritarismo, que contrastaba con la belleza del gran espacio, la naturaleza y sus árboles. Comenzó a vincularse con compañeros y compañeras que estaban en una búsqueda de conformación de actividades liberadoras del clima opresivo a través de la cultura. Se une así al naciente grupo Teatro del Anillo, además de participar de las peñas, la música en los patios y recitales de poesía, instancias que sirvieron además para reconfigurar la relaciones políticas. Posteriormente, Junia ingresa a las JJCC, militancia que canalizó en otros territorios fuera del espacio universitario. Interrumpió sus carrera por motivos personales y se dedicó a otras labores, sin embargo terminó sus estudios en la Universidad Mayor en el año 2003. Se dedica a la docencia en la comuna de Peñalolén y posteriormente trabaja en la Caja de Compensación de Empleados Particulares, donde además forma un sindicato. Tiene una hija médica.
Hugo Yáñez, Nitza Carreño, José Luis Almonacid
La Comisión Chilena de Derechos Humanos comenzó a funcionar en Rancagua en el año 1983. Durante la dictadura lograron realizar actividades culturales en contra la dictadura, la mayoría de ellos en locales de los sindicatos del cobre. Se organizaron en subcomisiones que eran dirigidas por profesionales de distintas áreas y de diversas tendencias políticas, siempre unidos en la causa contra la dictadura y por la recuperación de la democracia.
Ximena Cataldo, Javier Carvajal, Eduardo Aramburu, José Hernández, Rafael Cabezas
El 9 de octubre de 1984 con una treintena de docentes se forma la AGECH en Copiapó, luego comienza a funcionar en el sindicato de los montepiados, ahí se reunían y realizaban actos culturales. También hacían una defensa permanente de la educación pública, con análisis y argumentaciones contra la municipalización. La AGECH tenía vínculo con organizaciones locales.
Oriundo de Puerto Aysén, tenía 14 años para el golpe de Estado. Participó en la Acción Católica Juvenil, y posteriormente se incorporó al trabajo en la Pastoral Social como encargado de Cáritas en Aysén. Trabajó con la Fundación para el Desarrollo de Aysén (FUNDA), en la reorganización de asociaciones gremiales y sindicatos. Hacia 1979 se crearon los comedores fraternos, el bar lácteo y otras instancias solidarias dirigidas a niños y familias vulnerables. También acompañó a los relegados políticos que llegaron a través de la Iglesia. Por su postura opositora a la dictadura, su organización fue vigilada durante todos esos años. En el periodo del plebiscito apoyó las instancias de proselitismo y organización cívica de la población.