«Mauricio Weibel Barahona. Periodista, casado, dos hijos.
Su padre es detenido el interior de un bus de locomoción colectiva en el que viajaba junto a dos de sus hijos, uno de ellos era Mauricio, de seis años. A temprana edad «»entiende»» que vive en un mundo al que debe sobreponerse, sentirse orgulloso de su familia y de su historia. Eso lo traduce en un comportamiento de buen alumno, un actor en los movimientos estudiantiles y un dirigente gremial, siempre planteándose deseos y concretando acciones para lograrlo. Recuerda momentos de quiebre familiar como la clandestinidad y desaparición del padre; más tarde, la enfermedad de su madre. En su memoria está la templanza de la figura paterna y la preocupación de la madre, pero reconoce que «»son fragmentos que pertenecen a la reconstrucción de la oralidad familiar y oralidad social»».»