Claudina García, nacida en el seno de una familia minera de Tocopilla, desde muy niña estuvo conectada con la lucha social. Contrae matrimonio muy joven con Héctor Cuevas Salvador, dirigente de la construcción. Ambos militantes del Partido Comunista, les toca afrontar la represión de la dictadura, pues su marido sufrió la prisión política, tortura, relegación y expulsión del país. Ella se queda en Chile junto a sus hijos, para seguir en contacto con las organizaciones sociales y denunciar los atropellos de la dictadura, apoyando desde dentro la pelea por el derecho de vivir en la patria de su esposo. Claudina ha continuado el legado de “El Loco” Cuevas (quien falleció al poco tiempo de que se le permitiera regresar en 1985) en diferentes organizaciones sociales y es directiva del Centro Cultural que lleva el nombre de su marido, en la histórica sede de Serrano 444, en Santiago.
Patricio Daza Baquedano nació en Petorca. Es el segundo de cinco hermanos. Se traslada a Santiago y estudia la educación básica en un colegio de la comuna de El Bosque y posteriormente en el Liceo Manuel de Salas. En 1975 ingresa a Pedagogía en Castellano en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Se vincula a una militancia más cultural que partidista. Ese año decide salir de Chile, recorriendo diferentes países con un amigo músico. Regresa en 1978 y se reintegra al Pedagógico en un momento en que ya existía una organización política más fuerte. A principios de los 80, en un periodo de alta movilización de los estudiantes, comienzan las detenciones, interrogatorios, suspensiones y expulsiones. En ese clima represivo toma la decisión de irse en calidad de refugiado a Suiza, donde estudia Historia. Retorna en la época de la transición, pero se desilusiona del nuevo país que no se parecía al que había imaginado y por el cual se habían esforzado tanto. Regresa definitivamente a Ginebra donde trabaja en el Servicio Público en el tema de la integración a la población migrante.