El Archivo Oral del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos tiene por objetivo aplicar la metodología de registro oral para documentar historias personales y colectivas sobre el período de la dictadura. En esta línea de trabajo caben las micro-historias de organizaciones obreras, asentamientos campesinos, sindicatos, experiencias de exilio, por nombrar algunos. Su finalidad es construir un archivo de consulta que sirva a investigadores, académicos, estudiantes y usuarios interesados en conocer diferentes episodios represivos que afectaron a comunidades específicas y que fueron invisibilizados en su momento por las versiones oficiales.
Escritora, formada en Historia, Antropología y Literatura en las Universidades de Chile, UNAM de México y Patricio Lumumba de la ex URSS. Fue directora de la Revista Cuadernos de la Fundación Pablo Neruda (2000-2004). Ha realizado una dilatada carrera en publicaciones académicas y en los últimos años ha indagado en una narrativa más personal, ligada a sus memorias y viajes en donde destacan “Carrera de Postas” y “La forma del agua”. En esta entrevista se refiere a acciones de ayuda que posibilitaron la reactivación del trabajo político en plena etapa de represión dictatorial. |
Antropóloga. Comenzó a militar en el Partido Socialista cuando estudiaba Sociología en la Universidad de Chile a fines de los 60. Durante la Unidad Popular trabajó en el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, INDAP, en pleno proceso de profundización de la Reforma Agraria. Luego del golpe pasa a la clandestinidad y apoya acciones de seguridad y ayuda para proteger y asilar militantes de diferentes partidos. La dictadura comienza a perseguirla y debe salir del país clandestinamente instalándose junto a un grupo de compañeros y compañeras en Buenos Aires. Caen en noviembre de 1975 en un operativo realizado por la Policía Federal. Estuvo un año presa en el país trasandino, pasando por los recintos de Coordinación Federal y la Cárcel de Villa Devoto. Logra salir en libertad gracias a gestiones de CLACSO, llegando a Inglaterra donde accede a una beca del World University Service (WUS). Retorna a Chile en 1985. Desde entonces ha trabajado en diferentes instituciones en temáticas de género y educación. |
Paisajista y diseñadora. Proveniente de una familia conservadora y ligada al campo, le tocó ver de cerca el proceso de reforma agraria. Se casó con Eduardo Navarro con quien comenzó su interés por la política y la participación social. Durante la Unidad Popular colaboró en las JAP. Sin pertenecer a ningún partido, luego del golpe colaboró en acciones de ayuda a mujeres y hombres militantes en clandestinidad. |
Proveniente de una familia fundadora de la Población La Legua, Aurelia siempre ha estado vinculada al trabajo y la lucha social. Durante la dictadura fue ayudista de militantes de izquierda y posteriormente participó en la Coordinadora de Derechos Humanos, donde trabajó territorialmente con las poblaciones de la zona sur de la Región Metropolitana. |
Pobladora. Pasó por la Toma Herminda de la Victoria y Violeta Parra, para después trasladarse al Fundo El Montijo, que posteriomente dio paso a la toma y población del mismo nombre, lugar donde vive hasta el día de hoy. En su testimonio relata sus vivencias en las tomas de terreno y como dirigente social de pobladoras, donde participó en comités de ollas comunes y bolsas de cesantes. Le tocó apoyar acciones que contribuyeron a la reactivación de grupos políticos en plena dictadura. |
Archivo Oral centrado en la experiencia de hombres y mujeres que vivieron el exilio en la Unión Soviética. Dan cuenta de la diversidad de vivencias que se sucedieron en distintas zonas en diferentes repúblicas de un país que hoy no existe. Se incluye la experiencias de parte de los 93 jóvenes que partieron a recibir capacitación antes del golpe a la localidad de Akhtyrskiy, en las cercanías de Krasnodar. Lo que iba a ser un viaje de estudios se transformó en un largo exilio.
También están los testimonios que tienen relación con en el Interdom Internacional de Ivanovo, ubicado en las cercanías de Moscú, y la experiencia de exiliados y exiliadas que tuvieron la oportunidad de cursar estudios en diversas universidades de la Unión Soviética, en las que encontraron un espacio de acogida, especialmente por el gran movimiento estudiantil que contribuyó a formar la “Interbrigada Víctor Jara” de trabajos voluntarios, impulso inédito de solidaridad con nuestro país.