Testimonio de Rodrigo Silva Vial, artista visual y trabajador de turismo y cultura. En su adolescencia militó en las Juventudes Comunistas y participó como trazador en la Brigada Ramona Parra. Al momento del Golpe de Estado tenía 19 años. Fue prisionero político pasando por la Academia de Guerra de la Infantería Marina «El Palacio de la Risa», el buque Lebu y el Campamento de Prisioneros de Isla Riesco, todos de la V Región de Valparaíso, para posteriormente ser relegado en Isla de pascua y luego partir al exilio. Retorna a Chile el año 2001.
Testimonio de Omar Marín Cárdenas, empleado de aduanas, psicólogo, miembro de la Agrupación de Ex Menores Víctimas de Prisión Política y Tortura. Al momento del Golpe de Estado tenía 18 años. Estuvo prisionero en el Buque Lebu durante dos semanas, lugar donde fue sometido a torturas y malos tratos. Como psicólogo, ha podido estudiar y realizar trabajos sobre el trauma de las víctimas de la represión.
Testimonio de Luis Ramírez Rojas, empleado de una firma de tecnología de ultrasonido para fines médicos. Al momento del Golpe de Estado tenía 9 años y vivía en Antofagasta. Su madre ayudó a prisioneros del Campo de Chacabuco enviándoles correspondencia y mercadería, aprovechando cierta libertad que le daba su cargo de secretaria en la Intendencia, por lo que recibió algunos regalos de artesanía carcelarias que conserva hasta el día de hoy, que se muestran y explican en su relato.
Rigoberto Orellana Ávila es trabajador agrario de la zona de Lampa. Participó activamente del Proceso de la Reforma Agraria, siendo dirigente campesino. Luego del Golpe de Estado estuvo detenido en dos oportunidades, una en Peldehue y otra en un recinto de la CNI en Malloco. Hoy continúa sus labores sociales y organizacionales como Dirigente Vecinal de la Villa Esperanza en el sector de Estación Colina, en Lampa.
TESTIMONIO DE PATRICIO HEVIA RIVAS, médico pediatra y ex militante del MAPU. Trabajó en el Gobierno de la Unidad Popular en los “Programas de Fomento” del Ministerio de Salud. Después del Golpe de Estado tuvo que refugiarse en la Residencia del Embajador de México, donde estuvo casi seis meses antes de partir al exilio a ese mismo país. En su relato se refiere a estos elementos de su vida, además de su proceso de retorno, su reincorporación a la sociedad chilena y los trabajos de memoria a los que está dedicado en la actualidad como miembro del Colegio Médico.
Eduardo Loyola Osorio, nació en Chillán. Estudia Derecho en la Universidad de Concepción y en la Universidad de Chile. Desde joven comienza a militar en el Partido Socialista. Durante el gobierno de la Unidad Popular trabaja como encargado de relaciones laborales de la Compañía Disputada de las Condes, de la ENAMI. Después del Golpe de Estado, se integra a trabajar al equipo de abogados del Comité Pro Paz labor que continuó en la Vicaría de la Solidaridad. Por su experticia en temas laborales y sindicales se integra en la Vicaría Pastoral Obrera, donde trabaja con el Padre Alfonso Baeza. Durante los ‘80 se dedica a asesorar sindicatos del cobre y a la labor política para la recuperación de la democracia.