Ninón Neira, Noel Neira, Joaquín Real
Después del golpe de Estado, familiares de detenidos, profesionales y jóvenes, buscaron la manera de organizar la ayuda para quienes estaban siendo víctimas de la represión. En un contexto de amedrentamientos y persecuciones, poco a poco lograron realizar acciones concretas, defendiendo a algunos detenidos, acogiendo a los relegados, apoyando a quienes eran despedidos de sus trabajos y buscando espacios para la reorganización social y política. La Agrupación funcionó informalmente hasta 1985, año en que se constituye como Comisión Chilena de Derechos Humanos, capítulo Coyhaique, logrando una coordinación a nivel nacional. Tras el fin de la dictadura esta organización se mantiene activa y actualmente se conoce como Agrupación de Derechos Humanos de Coyhaique, dedicándose a la búsqueda de justicia y mantener viva la memoria.
Miembros del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) Antofagasta, estos hermanos relatan cómo se vincularon a los movimientos de resistencia contra la dictadura, prestando ayuda a los familiares de víctimas y a los presos políticos. En su relato también es posible conocer la serie de amenazas y amedrentamientos que tanto ellos como su familia recibían permanentemente por el trabajo que realizaban.
Nacida en Puerto Aysén, proviene de una familia de militantes comunistas. Durante la Unidad Popular tuvo participación en las actividades sociales en la ciudad. Desde el mismo 11 de septiembre su familia sufrió la represión directa; su padre y dos de sus hermanos fueron detenidos y sometidos a torturas. Ella fue detenida y luego puesta en libertad, pero desde ese momento vivió permanentes situaciones de amedrentamiento, allanamientos y amenazas. Pese a esto, se mantuvo activa en la clandestinidad. Participó en los primeros pasos de reorganización partidista y luego en las primeras manifestaciones que se dieron en contra de la dictadura.
Comunicador social, militante del Partido Socialista desde los 14 años. Oriundo de Santiago, llegó a Coyhaique a la edad de 26 años, escapando de la zona central por su participación en actos de resistencia. Comenzó a vincularse con la disidencia local y a trabajar en la Radio Ventisqueros, quedando a cargo de ésta el año 1981 junto a otros colegas. Desde entonces, la Radio orientó su perfil hacia la oposición directa a la dictadura militar; se vuelve filial de Radio Cooperativa y comienza a generar programas de contenido local con personas y organizaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos. Díaz tuvo diferentes situaciones de detención y sufrió, al igual que la Radio Ventisqueros y sus trabajadores, constantes amenazas y amedrentamientos.
Abogado de profesión, asistió a Consejos de Guerra durante los primeros años de la dictadura. Posteriormente fue colaborador en la Vicaría de la Solidaridad. Su trabajo en derechos humanos fue constante, lo que también tuvo consecuencias tanto para él como para sus familiares, recibiendo amenazas y amedrentamientos.