Los nietos de don Andrés Aylwin Azócar, Carolina Aylwin y Matias Rivas , presentan la donación del archivo personal del abogado y defensor derechos humanos que dedicó su vida a la protección de los perseguidos y a sus familias, a quienes representó y acompañó siempre en su incansable demanda de verdad y justicia para las víctimas de la dictadura civil militar en Chile.
Diputado electo en 1965, 1969, 1973 y después de la dictadura entre 1989 y 1998.
Fue uno de los trece democratacristianos que condenaron de inmediato el Golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende. Durante los diecisiete años de dictadura se abocó en cuerpo y alma a la defensa de los derechos humanos y a combatir los atropellos, que sentía como propios. Formó parte del Comité para la Paz y luego de la Vicaría de la Solidaridad. Estuvo al borde de la muerte cuando en 1978 la dictadura lo relegó en Guallatire, en la provincia de Putre, región de Arica y Parinacota en el norte de Chile.
Fue parte del primer directorio de la Fundación Museo de la Memoria y los Derechos Humanos al momento de su inauguración en el año 2010.
El archivo de don Andrés Aylwin está constituido por correspondencia , textos, prensa, documentos legales, entre otros, testimonios fiel de las diversas acciones que realizó y que permitieron salvar vidas. Hoy ellos nos permiten construir memoria.
Compartimos un fragmento de la entrevista realizada a sus nietos.
El día 17 de octubre del año 1973 su padre Pedro Pérez Flores fue asesinado por la caravana de la muerte, a los 29 años, junto a otras 15 personas que se encontraban detenidas en el regimiento, de los cuales tres permanecen desaparecidos. Posteriormente su madre consigue salir al exilio a Holanda junto a sus hijos. Mantuvieron una permanente relación con Chile, así como la demanda por verdad y justicia.
En el año 1982 a propósito de un encuentro de Doctrina Social de la Iglesia en Puerto Aysén, se estableció el contacto con un dirigente de la AGECH de Temuco, quien convocó a los docentes a organizarse en torno a este movimiento que canalizó las demandas de los profesores frente al nuevo escenario impuesto por la dictadura. En 1983 se realizó un encuentro con docentes de toda la región en el Liceo San Felipe Benicio para organizar la AGECH a nivel regional. Los entrevistados detallan lo que significó pertenecer a esta organización gremial, la influencia que ésta tuvo en la recuperación de la democracia y los aportes para la reorganización social y política de la región de Aysén, de la que fueron parte.
Padres de Luis Pino Soto, estudiante secundario del Liceo A-1 de Arica, desaparecido desde el día 1° de julio de 1986, cuando sale de su casa en vísperas de jornadas de protestas nacionales. Luis tenía 16 años, no pertenecía a ningún partido político ni movimiento de resistencia. Si bien su caso no ha sido reconocido oficialmente por el Estado, por falta de información, los padres de Luis se han vinculado a las agrupaciones de familiares y demandan hasta la actualidad verdad y justicia por su hijo.
Verónica Venegas, Juana González, Soledad Carrasco.
Mujeres de Luto Históricas reúne a mujeres de diversos sectores, que desde el año 1984 están organizadas para demandar verdad y justicia respecto a las víctimas de violaciones de derechos humanos, tanto de la región, como de todo el país. Este grupo se mantiene activo hasta la actualidad realizando diversas acciones por la memoria.
Carolina Videla, Yolanda Badilla, Doli Ciña, Yolanda Mora.
Mujeres de Luto y Derechos Humanos es una agrupación que desde la década de los 80 ́están organizadas para demandar verdad y justicia respecto a las violaciones de derechos humanos, tanto de la región como de todo el país. Este grupo se mantiene activo hasta la actualidad, realizando diversas acciones por la memoria.