Investigación, catastro y recopilación de patrimonio tangible e intangible sobre Derechos Humanos en distintas regiones del país. Consiste en recuperar la multiplicidad de relatos que dan cuenta de la vida durante la dictadura especialmente el rol desempeñado por las diferentes organizaciones de defensa de los derechos humanos surgidas formal o informalmente desde 1973. Su principal objetivo es ponerlos a disposición de diversas comunidades de usuarios interesados; rescatando la historia local.
Rodemil Aranda Flores, Manuel Rodríguez, Juan Meneses, Mario Márquez
El movimiento sindical del cobre en la región del Libertador Bernardo O´Higgins fue intervenido por las autoridades militares tras el golpe de estado. Posteriormente, tras diversas presiones de los mismos trabajadores, se logró la realización de elecciones, en las que salieron electos representantes de diferentes tendencias políticas. Organizaron una serie de acciones contra la dictadura, como también dieron acogida a organismos de DDHH y a actividades culturales. Muchas veces, la realización de esté tipo de actos costó la libertad de los dirigentes sindicales.
Renato Vera Moreno, Bernardo Rebolledo Silva, José Antonio Guzmán
Tres ex presos políticos que estuvieron recluidos en la cárcel de San Fernando realizaron un recorrido por las instalaciones que datan de 1891 y se encuentran deterioradas por el paso del tiempo y el terremoto del año 2010. Actualmente una sección de este edificio funciona como centro de detención nocturna, pero gran parte de él se encuentra en abandono. Durante la entrevista, los testimoniantes dan cuenta de lo vivido, relatando las malas condiciones de vida, los abusos y castigos que recibían, y resaltan los lazos de amistad y resistencia que se dieron en su interior, la ayuda que recibían de quienes estaban libres y las consecuencias que ha tenido esta experiencia en sus vidas.
Tenía 13 años al momento del golpe de Estado. Comenzó a participar en la capilla de las Hermanas de la Sagrada Familia y desde fines de los 70 se concentró en su formación religiosa. Vivió por un periodo en Santiago, donde participó en manifestaciones de oposición a la dictadura. Regresó a Coyhaique como laica hacia fines de 1983, momento en que se integró a la Pastoral Juvenil. Posteriormente, comenzó a trabajar en la Pastoral Social del Vicariato, donde se desarrollaron iniciativas de solidaridad enfocadas principalmente en niños y mujeres. Para la época del plebiscito fue colaboradora del programa Belén, con el que recorrió distintas comunidades de la región promoviendo la participación y el voto por el No.
Al momento del golpe de Estado tenía 15 años, era dirigente estudiantil y miembro de las Juventudes Socialistas. Trabajó en FUNDA entre 1979 y 1986. Durante ese periodo, colaboró activamente con la organización femenina en la región, promoviendo la asociatividad y empoderando a las mujeres, principalmente desde el punto de vista productivo. Trabajó con jóvenes en materia de educación popular, formó parte del movimiento Mujeres por la Vida en Coyhaique, llevando a cabo acciones muy de cerca al Sindicato de la Construcción. Posteriormente, se enfocó en el trabajo político de manera más abierta, participando en las distintas instancias de la campaña por el No.
Desde los primeros años de la dictadura prestó ayuda a los presos políticos y a sus familias. Posteriormente trabajó en la oficina de la región de la Araucanía de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE).
Miembros del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) Antofagasta, estos hermanos relatan cómo se vincularon a los movimientos de resistencia contra la dictadura, prestando ayuda a los familiares de víctimas y a los presos políticos. En su relato también es posible conocer la serie de amenazas y amedrentamientos que tanto ellos como su familia recibían permanentemente por el trabajo que realizaban.