Este testimonio contó con la participación de Ximena Valdés, asistente social y Antonia Cepeda, educadora de párvulo En el cual dan cuenta del trabajo realizado junto a la Vicaría de la solidaridad en apoyo a pobladores de la zona oriente de Santiago. Comienzan a dirigir su trabajo inspiradas en las enseñanzas de la educación popular de Paulo Freire, y comienzan a desarrollar programas de acompañamiento para el aprendizaje con NNA de manera comunitaria y centradas en la socio emocionalidad, involucrando a sus cuidadores, generalmente madres, las cuales, al igual que sus hijas e hijos, repercutían en ellas y ellos las distintas formas de violencia que utilizó la dictadura en la vida de los pobladores. De esta forma dieron forma a la organización CREAS, la cual desarrolló su trabajo en lugares como Los Copihues de La Florida, Nuevo Amanecer de Cerrillos. Cercano a los años 90 realizan un trabajo de sistematización de los programadas trabajados y difunden su material a través del proyecto Entreniños, continuador de CREAS. También recuerdan su participación en los veraneos populares, con NNA de diferentes poblaciones quienes acampaban en la localidad costera de Longotoma
Abogado de Derechos Humanos. Trabajó en organizaciones de derechos humanos como el Comité de Cooperación para la Paz en Chile, la Vicaría de la Solidaridad y el Consejo de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU). En esta entrevista se refiere en profundidad al tema de los Consejos de Guerra y su participación como abogado defensor en dichas instancias.
Manuel Guillermo Jiménez Méndez relata su experiencia como militante de las Juventudes Socialistas y miembro de la Brigada de Propaganda Elmo Catalán en 1973. Fue detenido el 28 de septiembre de 1973 en su casa por militares, siendo trasladado al Regimiento de Telecomunicaciones de Iquique, donde sufrió torturas físicas y psicológicas junto a otros detenidos.
Durante su encarcelamiento en el Regimiento de Telecomunicaciones, fue sometido a interrogatorios brutales con descargas eléctricas y golpes. Menciona el uso de la «parrilla» y cómo fue testigo de torturas a otros prisioneros como Bretón y Marín.
Posteriormente fue llevado a Pisagua junto a otros detenidos, incluyendo miembros del Partido Socialista y profesores. Allí vivió condiciones inhumanas: interrogatorios violentos, golpizas colectivas y la privación de alimentos. Fue testigo del fusilamiento de Germán Palomino y la sentencia a muerte de Luis Fuentes López, aunque este último fue finalmente salvado.
Tras un juicio militar injusto, fue relegado a Pichilemu, donde trabajó como garzón y en incendios forestales. A su regreso a Iquique, participó en la organización de movimientos de derechos humanos como la Agrupación de Presos Políticos y Ejecutados Políticos. Finalmente, menciona que colaboró con la Vicaría de la Solidaridad y dio su testimonio en procesos judiciales contra responsables de violaciones de derechos humanos.
Luis Caroca Vázquez militante socialista y nacido en Iquique, relata su experiencia como dirigente estudiantil y político durante el gobierno de Salvador Allende y la dictadura. Se unió a la Juventud Socialista en los años 60, influenciado por su activismo previo en grupos scouts y su interés por el pensamiento bolivariano. Además, fue presidente de la Federación de Estudiantes de Iquique, participando en campañas sociales y trabajos voluntarios durante el gobierno de Allende.
Tras el golpe militar de 1973, fue detenido por su militancia política. Fue arrestado y brutalmente torturado en diversas instalaciones militares y en Pisagua. Una vez dentro, participó en consejos de guerra junto a otros detenidos, donde algunos compañeros fueron ejecutados.
Fue condenado a 15 años de prisión y trasladado a varias cárceles del país, incluyendo Pisagua, Iquique, Victoria y Chañaral. A pesar del encarcelamiento, resalta la solidaridad entre prisioneros, con los cuales realizó trabajos manuales, como tallados y artesanías, para mantenerse ocupado. Finalmente, consiguió asilo político y fue liberado tras años de cárcel.
Menciona a: Luisa Vásquez, Freddy Taberna, Marcelo Guzmán, Rodolfo Fuenzalida, Germán Palomino, Raúl Castillo, José Marín, Heraldo Quintero, Luis Servín, Marcelino Lama, Elvira Condori, Mario Vergara, Carla Altamirano, monjas de la Congregación Santa Cruz.
Francisco Bretón, profesor de Estado y militante de la Juventud Socialista, fue detenido en dos ocasiones durante la dictadura. La primera detención ocurrió el 29 de agosto de 1973 por su participación en actividades políticas y la segunda tras el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973.
Antes del golpe, Bretón era un militante activo que participaba en campañas políticas de la Unidad Popular y actividades de propaganda. Fue detenido en agosto de 1973 junto a otros compañeros bajo la acusación de formar un grupo guerrillero. Aunque fueron liberados momentáneamente, el golpe de Estado intensificó la persecución.
El 14 de septiembre de 1973, fue trasladado al centro de detención de Pisagua tras pasar por el regimiento de Telecomunicaciones en Iquique, donde sufrió brutales interrogatorios, golpizas y torturas, incluyendo golpes eléctricos y abuso sexual. En Pisagua, los prisioneros enfrentaban condiciones inhumanas: hacinamiento, violencia constante y trabajos forzados. Bretón relató el trato despiadado de los guardias, especialmente de “El Perro” García.
Bretón fue sometido a un consejo de guerra sin posibilidad de defensa, donde varios compañeros fueron condenados a muerte y ejecutados. A él le dieron una sentencia de tres años de relegación en Puerto Porvenir, Magallanes, que posteriormente fue cambiada a Inca de Oro, Copiapó. Allí, pese a la vigilancia constante, logró integrarse a la comunidad y trabajar como profesor.
Tras cumplir su relegación, Bretón fue liberado, pero continuó siendo perseguido por la CNI. Fue secuestrado en 1983, torturado y abandonado herido en las afueras de Iquique. A pesar de todo, permaneció activo políticamente, integrándose al Comité Permanente de Solidaridad. En 1988, con la ayuda de este comité, intentó exiliarse a Suecia, pero quedó atrapado en Bolivia durante un año antes de regresar a Chile en 1990.
Menciona a Freddy Taberna, Juan Antonio Ruz, José Sampson, Palomino, Gilberto Ibarra, Rita Vena, Damián Rojas, Reginaldo Saavedra, Odessa Flores, Juana Reyes