Investigación, catastro y recopilación de patrimonio tangible e intangible sobre Derechos Humanos en distintas regiones del país. Consiste en recuperar la multiplicidad de relatos que dan cuenta de la vida durante la dictadura especialmente el rol desempeñado por las diferentes organizaciones de defensa de los derechos humanos surgidas formal o informalmente desde 1973. Su principal objetivo es ponerlos a disposición de diversas comunidades de usuarios interesados; rescatando la historia local.
Pedro Mella, Joel Asenjo, Luis Díaz, Edita Pérez
La Agrupación de Ex -Presos Políticos de Valdivia fue fundada en el año 1990. En sus inicios esta organización tuvo como objetivo abogar por la libertad de los presos y presas políticos que, en democracia, aún se encontraban en reclusión en la Cárcel de Isla Teja. Después del golpe de Estado, los prisioneros políticos no tenían permiso para ver a sus familiares ni para trabajar. Con el tiempo esta situación cambió y se permitieron las visitas los días sábado y facilidades para trabajar en un taller de carpintería. Los detenidos llegaban en muy malas condiciones físicas y anímicas, debido a que desde el mismo momento de su detención eran sometidos a malos tratos, tortura e intensos interrogatorios. Provenían de los diversos retenes y comisarías de la provincia, así como de recintos militares habilitados para este propósito. En esta entrevista se registra la primera visita de ex presos políticos a la Cárcel de Isla Teja, que se mantuvo operativa hasta el año 2007.
Mercedes Córdova, Verónica Bórquez, María Adriana Osorio, Gladys Arcos
Este movimiento está compuesto por mujeres con y sin militancia, que desde los primeros días después del golpe de Estado comenzaron a buscar la manera de organizarse para el restablecimiento de la democracia. Ya en la década de 1980, se conforman diferentes grupos que confluyen en el mismo objetivo, luchar por el fin de la dictadura.
Daniel Palominos, Marco Antonio Miranda, Zenón Araya.
El PIDEE en La Serena desarrolló una importante labor multidisciplinaria, en la que lo central era el soporte mental, afectivo y de arraigo en el trabajo con niños, niñas y adolescentes. Era coordinado desde Santiago, donde se encontraba la sede central del organismo. Después del fin de la Dictadura, se pone término al trabajo de este organismo en la región, a pesar de que, según los testimoniantes, resultaba necesario mantener un seguimiento a quienes recibían esta ayuda. Las líneas de acción fueron principalmente la asistencia social, el programa de salud, el trabajo terapéutico y el apoyo pedagógico.
María Inés Valencia, Moisés Rojas, Francisco Vidal y Víctor Molina.
La mayoría de las personas que componen esta agrupación habitaron en el Campamento Luciano Cruz, lugar que fue fuertemente golpeado por militares tras el golpe de Estado. Representantes de los movimientos campesinos previos a la dictadura, sufrieron allanamientos y violentas detenciones junto a sus familias. Hoy se encuentran organizados para acceder de mejor manera a las medidas reparatorias que les corresponden, como también para organizar actividades que den cuenta de lo vivido durante la dictadura militar.
Antropólogo de profesión. En el año 1976 participó en la organización de las primeras peñas culturales y durante la década de los ’80 formó parte de la resistencia estudiantil dentro de la Universidad de Concepción, como miembro del colectivo cultural La Escalera y dirigente del CODEJU, entre otras organizaciones.
Lucía Rojas tuvo una gran participación en varias organizaciones creadas durante la dictadura. Fue colaboradora de la abogada de derechos humanos Alicia Vidal, quien desde el Comité Pro Paz trabajó en la atención de presos políticos. Rojas participó en la creación del Equipo de Acción Social del Arzobispado de Antofagasta, que apoyó material y espiritualmente a las familias de los fusilados, detenidos, relegados, exiliados y exonerados políticos. Esta organización también creó comedores infantiles, talleres laborales, equipos de salud, grupos de análisis y reflexión comunitaria.