TESTIMONIO DE CARLOTA GARCÍA GATICA, profesora de educación básica con estudios en orientación familiar, ex militante del MAPU y actual militante del Partido Comunista. Al momento del Golpe trabajaba en INDAP, de donde fue exonerada. Vivió el exilio junto a su familia en Alemania Oriental (RDA). Retornó a Chile en 1987, trayendo consigo la carga de la disgregación familiar, situación que igualmente pudo trabajar en el área pedagógica de la Fundación PIDEE, como orientadora de niñas y niños retornados. Hoy administra un negocio familiar de comida.
TESTIMONIO DE PATRICIO HEVIA RIVAS, médico pediatra y ex militante del MAPU. Trabajó en el Gobierno de la Unidad Popular en los “Programas de Fomento” del Ministerio de Salud. Después del Golpe de Estado tuvo que refugiarse en la Residencia del Embajador de México, donde estuvo casi seis meses antes de partir al exilio a ese mismo país. En su relato se refiere a estos elementos de su vida, además de su proceso de retorno, su reincorporación a la sociedad chilena y los trabajos de memoria a los que está dedicado en la actualidad como miembro del Colegio Médico.
Testimonio de Juan “Cocoa” Contreras, trabajador de la Textil Rayón Said en Quillota y militante del MIR. En su relato, se refiere a la experiencia de intervención por parte de los trabajadores de dicha industria y de los hechos que los afectaron posterior al Golpe de Estado, lo que determinó su exilio en Cuba y Francia entre 1974 y 1992, año en que retorna al país.
Elena Gatica es oriunda del sector de Lo Vargas, en la comuna de Lampa. Vivió el proceso de la Reforma Agraria junto a su esposo Manuel Maldonado Miranda, con quien tuvo nueve hijos. El Golpe de Estado le arrebató a su marido y a uno de sus hijos, Víctor Maldonado Gatica, que fueron ejecutados tras sus detenciones. Otro de sus hijos Manuel Antonio, logró escapar a dos fusilamientos. Con él y todo el resto de su familia partió al exilio a Bélgica, donde vivió hasta que en 1993 retorna a Chile.
María Cristina Flores, vivía junto a su marido Manuel Antonio Maldonado (testimonio disponible en la presente colección) en el Asentamiento Santa Inés de Lampa, al momento del Golpe de Estado. Posterior a ese episodio detienen a su marido, a su suegro, Manuel Maldonado Miranda, y a un cuñado, Víctor Maldonado Gatica, por lo que se organiza con otras mujeres para la búsqueda de sus familiares. Su marido logra escapar a dos fusilamientos –pero tanto el padre como el hermano fueron ejecutados- y juntos logran asilarse en la embajada de Bélgica partiendo posteriormente al exilio.
El relato de María Cristina da cuenta de los grandes desafíos que le tocó vivir durante el proyecto de la Reforma Agraria y de cómo junto a su familia logró sobreponerse para salir adelante después de vivir la tragedia del Golpe, el asesinato de seres queridos, el exilio y el retorno.
Manuel Antonio Maldonado Gatica durante la Unidad Popular y hasta momento del Golpe de Estado fue trabajador agrícola del Asentamiento Santa Inés de Lampa y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Después del 11 de septiembre de 1973 fue detenido y llevado a la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue y al Estadio Nacional. Logró escapar de dos fusilamientos y posteriormente pudo asilarse en la Embajada de Bélgica junto a su esposa, María Cristina Flores (quien también forma parte de la presente colección de testimonios). Su padre, Manuel Maldonado Miranda, y uno de sus hermanos, Víctor Maldonado Gatica, quienes también habían sido detenidos, fueron ejecutados.
El presente registro da cuenta de dichas vivencias, además de indagar en el proceso trunco de la Reforma Agraria, la vida en exilio, el retorno y la visión del Chile de nuestros días.
Manuel Antonio Maldonado Gatica durante la Unidad Popular y hasta momento del Golpe de Estado fue trabajador agrícola del Asentamiento Santa Inés de Lampa y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Después del 11 de septiembre de 1973 fue detenido y llevado a la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue y al Estadio Nacional. Logró escapar de dos fusilamientos y posteriormente pudo asilarse en la Embajada de Bélgica junto a su esposa, María Cristina Flores (quien también forma parte de la presente colección de testimonios). Su padre, Manuel Maldonado Miranda, y uno de sus hermanos, Víctor Maldonado Gatica, quienes también habían sido detenidos, fueron ejecutados.
El presente registro da cuenta de dichas vivencias, además de indagar en el proceso trunco de la Reforma Agraria, la vida en exilio, el retorno y la visión del Chile de nuestros días.