Agrupación Cultural Chasquillacta
Llega junto a su familia a la ciudad de Arica después del golpe de Estado. En la década de los 80 y con 14 años comienza a vincularse a los grupos culturales, que tenían espacio principalmente en las parroquias de algunas poblaciones. Con Chasquillacta participó en peñas culturales y actos de resistencia a la dictadura.
Oriunda de Chile Chico, luego del golpe de Estado emigró con su familia hacia Argentina, donde comenzó a trabajar en redes de solidaridad. Al retornar a Chile en 1977, se integró al trabajo social que se estaba gestando en el Sindicato de la Construcción de Coyhaique. En 1981 participó de la creación de la primera olla común y del Comité de Cesantes. También se hizo parte del Departamento Femenino del Sindicato de la Construcción y participó en encuentros nacionales en una época en que se agudizó la represión contra los dirigentes. En mayo de 1983 volvió a Argentina, donde formó parte del primer Chile Democrático, en Comodoro Rivadavia. Su regreso definitivo a Chile se produjo en 1987, año en que se integró al movimiento Mujeres por la Vida y al Comando Unitario de Pobladores, fomentando la creación de los “comandos poblacionales del No”.
Proveniente de una familia fundadora de la Población La Legua, Aurelia siempre ha estado vinculada al trabajo y la lucha social. Durante la dictadura fue ayudista de militantes de izquierda y posteriormente participó en la Coordinadora de Derechos Humanos, donde trabajó territorialmente con las poblaciones de la zona sur de la Región Metropolitana. |
Fue presidente de la Comisión Chilena de Derechos Hunamos de la región de los Ríos, que trabajó vinculada a la Comisión de Santiago. Tenían diferentes comisiones, como la poblacional, en la que se organizaba la resistencia. También defendían a los presos políticos, con dos abogados que trabajaban voluntariamente. Hacían visitas a las cárceles, ayudando a los detenidos con alimentación y vestuario.
Durante la dictadura, Angélica Pacheco fue parte de los movimientos de mujeres y trabajó en el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) en la ciudad de Osorno. En el presente testimonio, relata su experiencia en el trabajo poblacional y con grupos de jóvenes que se organizaba para hacer frente a la represión de la época. Rodolfo Balbontín, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario, cayó preso por primera vez en 1974 en Osorno, luego fue nuevamente detenido junto a otros militantes, siendo trasladados a Villa Grimaldi, 3 y 4 Álamos, y finalmente Puchuncaví; logró su libertad a fines de 1976. Fue impulsor de la Agrupación de ex Presos Políticos, que junto a las agrupaciones de familiares y algunas organizaciones sociales, formaron el Coordinador de Derechos Humanos de Osorno.
Erik Briones, Pedro Sanhueza, Enrique Rivera, Erika Rojas, Renán Álvarez, Manuel Farías, Daniel Palominos, Hernán Godoy
A comienzos de la década de los 80 la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Serena logró reorganizarse a pesar del clima político y represivo de la época. Su trabajo se destacó por las movilizaciones estudiantiles y el trabajo en poblaciones enfocado principalmente en la conciencia social y el desarrollo cultural. Esta Federación aunó las iniciativas de organizaciones como la Comisión Pro Derechos Juveniles (CODEJU), las Juventudes Obreras Cristianas (JOC) y los impulsos culturales de colectivos como el Taller Aguja, el Taller Inti y la Brigada Ramona Parra. Al mismo tiempo, este movimiento estudiantil cooperó de cerca con el trabajo de promoción y denuncia de la Comisión de Derechos Humanos en la región de Coquimbo.