Los nietos de don Andrés Aylwin Azócar, Carolina Aylwin y Matias Rivas , presentan la donación del archivo personal del abogado y defensor derechos humanos que dedicó su vida a la protección de los perseguidos y a sus familias, a quienes representó y acompañó siempre en su incansable demanda de verdad y justicia para las víctimas de la dictadura civil militar en Chile.
Diputado electo en 1965, 1969, 1973 y después de la dictadura entre 1989 y 1998.
Fue uno de los trece democratacristianos que condenaron de inmediato el Golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende. Durante los diecisiete años de dictadura se abocó en cuerpo y alma a la defensa de los derechos humanos y a combatir los atropellos, que sentía como propios. Formó parte del Comité para la Paz y luego de la Vicaría de la Solidaridad. Estuvo al borde de la muerte cuando en 1978 la dictadura lo relegó en Guallatire, en la provincia de Putre, región de Arica y Parinacota en el norte de Chile.
Fue parte del primer directorio de la Fundación Museo de la Memoria y los Derechos Humanos al momento de su inauguración en el año 2010.
El archivo de don Andrés Aylwin está constituido por correspondencia , textos, prensa, documentos legales, entre otros, testimonios fiel de las diversas acciones que realizó y que permitieron salvar vidas. Hoy ellos nos permiten construir memoria.
Compartimos un fragmento de la entrevista realizada a sus nietos.
Ester Sepúlveda, María Guaico, Ariela Verdejo, Patricia Muñoz, Pedro Pantoja, Flor Rivera, Mónica Jara, Magdalena Jara y José Luis Almonacid.
Este grupo de familiares representan a víctimas de diferentes ciudades del país, y si bien actualmente no se encuentran organizados como agrupación, de todas maneras se coordinan para llevar a cabo acciones de memoria y conmemoración de fechas emblemáticas, exigiendo verdad y justicia. Algunas familias llevan causas legales que aún están proceso.
Rosa Correa, María Tapia, Ana Valenzuela, Tania González y Fernando Vásquez
Distintas generaciones de familiares de víctimas de la dictadura se reúnen especialmente para dar su testimonio de vida. Si bien actualmente no se encuentran organizados como agrupación, siempre se han mantenidos unidos, en la lucha por la verdad y la justicia por sus familiares. Participan constantemente en homenajes y conmemoraciones de fechas emblemáticas, tanto en San Fernando como en toda la región.
Primer capítulo de la investigación PRAIS 30 años: Archivo oral de memorias, salud pública y derechos humanos en Chile, que recoge un proceso iniciado, forzadamente, como consecuencia de la instauración de la represión durante la dictadura. Diferentes trabajadores y trabajadoras de la salud en derechos humanos se refieren al nacimiento de los equipos de trabajo en los organismos de derechos humanos, como el Comité de Cooperación para la Paz, la Vicaría de la Solidaridad, FASIC, PIDEE y posteriormente en ONGs como CODEPU, CINTRAS e ILAS, que se abocaron mayoritariamente a los enfoques psicosociales, y que generaron un conocimiento que se dio desde la práctica y la urgencia, proceso en el que por cierto las víctimas sobrevivientes de la represión y sus grupos familiares fueron y siguen siendo lo más relevante. Con el fin de la dictadura, el conocimiento y experiencia adquirida daría forma a una política pública en salud y reparación única en nuestra región, el Programa de Reparación y Atención Integral en Salud y Derechos Humanos (PRAIS). Este es un proyecto realizado conjuntamente por el PRAIS del Servicio de Salud Metropolitano Sur y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Nora Torres, Verónica Bravo, Patricia Navarro, Eduardo Morris y Rosa Alfaro
La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Valparaíso reúne a familiares de víctimas desde los primeros años de la dictadura, ellos se mantienen actualmente organizados en búsqueda de verdad, justicia y memoria.
Felipe Chiang, Ruth Vega, Ana María Ávila, Eduardo Herrera, Sergio Jirón e Ingrid Aguad
La Agrupación de familiares, amigos de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos Región de Atacama (AFAEPDDRA) realizó con apoyo de la iglesia acciones para obtener verdad y justicia respecto a las víctimas de la dictadura, tanto de la región como de otras ciudades del país. Actualmente la conforman familiares directos y amigos vinculados al tema de la defensa de los derechos humanos, manteniendo vigente la reflexión sobre los hechos ocurridos, enfocados en las nuevas generaciones.