Horacio Fuentes González, inicia su trabajo en organizaciones sociales en la comuna de la Granja. Estudió en la escuela industrial de Puente Alto. Militante del Partido Comunista, ingresa a trabajar en Textil Panal, donde participa del histórico proceso de huelga de 1980. Sus actividades sindicales le valen ser despedido de dicha fábrica. Desde el rubro industrial se une a la Coordinadora Nacional Sindical. Posteriormente asume como dirigente nacional de Constramet, Confederación de la que es su presidente en la actualidad. Además es consejero nacional de la Central Unitaria de Trabajadores.
Alfonso Lathrop Tejos, comienza su labor social en el Frente Estudiantes Revolucionarios y posteriormente en el Frente de Trabajadores Revolucionarios y el Partido Socialista. Trabajó en Ferrocarriles del Estado hasta 1977, año en que tiene que exiliarse. A su retorno en 1982, se inicia en el mundo sindical desde la Federación Nacional de Sindicatos Bencineros, rubro con una fuerte intervención de los gremios y los sectores pinochetistas. Encabezando un proceso de cambio, logró vincularse con la Coordinadora Nacional Sindical y posteriormente con la reconformada Central Unitaria de Trabajadores. En 2003 abandona la CUT para conformar la Unión Nacional de Trabajadores.
Alicia Muñoz Toledo, oriunda de Molina, VII Región del Maule. Desde muy niña vivió la desigualdad y la injusticia que se cometía con los trabajadores rurales. Participó de los procesos de reforma agraria y la sindicalización campesina participando del Sindicato La Marcha, que pertenecía a la Confederación Ranquil , afiliada a la Central Única de Trabajadores. Posterior al Golpe, su familia y compañeros fueron reprimidos por la dictadura. Participó de la reconstrucción del movimiento sindical, primero al amparo de la Iglesia Católica y luego en la organización del departamento femenino de la Coordinadora Nacional Sindical. Hoy continúa su labor como dirigente de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI.
Elena Gatica es oriunda del sector de Lo Vargas, en la comuna de Lampa. Vivió el proceso de la Reforma Agraria junto a su esposo Manuel Maldonado Miranda, con quien tuvo nueve hijos. El Golpe de Estado le arrebató a su marido y a uno de sus hijos, Víctor Maldonado Gatica, que fueron ejecutados tras sus detenciones. Otro de sus hijos Manuel Antonio, logró escapar a dos fusilamientos. Con él y todo el resto de su familia partió al exilio a Bélgica, donde vivió hasta que en 1993 retorna a Chile.
René Gonzalez Reyes es agricultor, dirigente campesino y militante del Partido Comunista. Participo activamente del proceso de la Reforma Agraria, como presidente del Sindicato Luis Recabarren, en Pirque. Durante la dictadura tuvo un importante trabajo en la lucha contra las políticas que se aplicaron a los trabajadores para quitarle sus tierras. Hasta el día de hoy se dedica a la plantación de ajos y cebollas en su parcela en el Sector de Santa Sara, Batuco.
Manuel Antonio Maldonado Gatica durante la Unidad Popular y hasta momento del Golpe de Estado fue trabajador agrícola del Asentamiento Santa Inés de Lampa y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Después del 11 de septiembre de 1973 fue detenido y llevado a la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue y al Estadio Nacional. Logró escapar de dos fusilamientos y posteriormente pudo asilarse en la Embajada de Bélgica junto a su esposa, María Cristina Flores (quien también forma parte de la presente colección de testimonios). Su padre, Manuel Maldonado Miranda, y uno de sus hermanos, Víctor Maldonado Gatica, quienes también habían sido detenidos, fueron ejecutados.
El presente registro da cuenta de dichas vivencias, además de indagar en el proceso trunco de la Reforma Agraria, la vida en exilio, el retorno y la visión del Chile de nuestros días.
Manuel Antonio Maldonado Gatica durante la Unidad Popular y hasta momento del Golpe de Estado fue trabajador agrícola del Asentamiento Santa Inés de Lampa y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Después del 11 de septiembre de 1973 fue detenido y llevado a la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue y al Estadio Nacional. Logró escapar de dos fusilamientos y posteriormente pudo asilarse en la Embajada de Bélgica junto a su esposa, María Cristina Flores (quien también forma parte de la presente colección de testimonios). Su padre, Manuel Maldonado Miranda, y uno de sus hermanos, Víctor Maldonado Gatica, quienes también habían sido detenidos, fueron ejecutados.
El presente registro da cuenta de dichas vivencias, además de indagar en el proceso trunco de la Reforma Agraria, la vida en exilio, el retorno y la visión del Chile de nuestros días.