Pedro Felipe Ramírez Ceballos (nacido el 19 de octubre de 1941 en Talca, Chile) es un ingeniero y político chileno que desempeñó roles significativos durante el gobierno de Salvador Allende. Inició su carrera política en el Partido Demócrata Cristiano, siendo elegido diputado en 1969. Posteriormente, cofundó la Izquierda Cristiana, integrándose a la Unidad Popular. Durante el gobierno de Allende, ocupó los cargos de ministro de Minería y, brevemente, de Vivienda y Urbanismo en 1973.
Tras el golpe de Estado de 1973, Ramírez fue detenido y enviado a varios centros de reclusión, incluyendo la Isla Dawson y Ritoque. En 1976, se exilió en Venezuela, donde asumió públicamente su homosexualidad, una decisión valiente en una época de marcada homofobia. A su regreso a Chile en 1979, retomó su actividad política. Sin embargo, en 1984, la Central Nacional de Informaciones (CNI) lo amenazó con revelar su orientación sexual, lo que lo llevó a renunciar a la secretaría general de la Izquierda Cristiana para proteger tanto su integridad como la de su partido.
La vida de Ramírez es un testimonio de lucha y resiliencia, enfrentando la represión política y la discriminación por su orientación sexual en una sociedad conservadora. Su legado destaca por su compromiso con la justicia social y los derechos humanos en Chile.
Evelyn Wittman fue una histórica bailarina y vedette transexual chilena, cuya trayectoria estuvo marcada por la persecución y la discriminación. Enfrentó la represión tanto durante el gobierno de la Unidad Popular, en los años previos al golpe de Estado y la posterior dictadura, periodos en los que sufrió violencia y exclusión. Su carrera en los escenarios no estuvo exenta de dificultades, compartiendo espacios con compañeras que fueron víctimas de la dictadura, muchas de ellas desaparecidas o asesinadas. Finalmente, debido a la constante persecución, se vio obligada a exiliarse en Francia.
Relato de Luzminia León, Sonia Fernández, Edelmira Arancibia, Mirna Cortéz, Olivia Vergara. Luego del golpe de Estado, muchas mujeres vivieron la prisión política bajo la custodia de la congregación del Buen Pastor en diferentes lugares de Chile. El presente es el testimonio de un grupo de ex presas políticas de Buen Pastor San Felipe, en la V Región de Valparaíso, quienes se reencuentran en el lugar donde estuvieron recluídas. Un relato en el que están plasmadas las penas, alegrías, convicciones y la capacidad de resistencia que permitió continuar adelante en momentos de total adversidad.
La Agrupación de Ex -Presos Políticos de Valdivia fue fundada en el año 1990. En sus inicios esta organización tuvo como objetivo abogar por la libertad de los presos y presas políticos que, en democracia, aún se encontraban en reclusión en la Cárcel de Isla Teja. Después del golpe de Estado, los prisioneros políticos no tenían permiso para ver a sus familiares ni para trabajar. Con el tiempo esta situación cambió y se permitieron las visitas los días sábado y facilidades para trabajar en un taller de carpintería. Los detenidos llegaban en muy malas condiciones físicas y anímicas, debido a que desde el mismo momento de su detención eran sometidos a malos tratos, tortura e intensos interrogatorios. Provenían de los diversos retenes y comisarías de la provincia, así como de recintos militares habilitados para este propósito. En esta entrevista se registra la primera visita de ex presos políticos a la Cárcel de Isla Teja, que se mantuvo operativa hasta el año 2007.
Recorrido realizado por la ex Cárcel de La Serena junto a un grupo de prisioneros políticos que pasaron por el recinto los meses posteriores al golpe de Estado. Los testimoniantes describen la realidad cotidiana en el recinto, y comparten sus recuerdos personales en el lugar. Señalan especialmente el alto nivel de hacinamiento y las pésimas condiciones de salubridad, así como la organización entre los compañeros para mejorar sus condiciones. Asimismo, recuerdan el paso de la Caravana de la Muerte por la ciudad, y el efecto que generó entre los presos.
Neptuno Rossel Rodríguez nació en Santiago el 27 de marzo de 1930. Estudió en el Instituto Nacional y posteriormente ingresó a la escuela de Derecho de la Universidad de Chile. En sus años de estudio fue delegado de la FECH. Inició su carrera en el Poder Judicial como Juez del Juzgado de Letras de Santa Juana, Región del Bíobio. Luego fue Juez titular de Arauco, Río Bueno, Vicuña y Copiapó. Participó de la fundación de la Asociación Nacional de Magistrados (1966). Después del golpe de Estado, mientras se desmpeñaba en el Primer Juzgado de Letras de Copiapó, fue detenido bajo arresto domiciliario y obligado a abandonar la ciudad por orden de la Junta Militar. Fue exonerado y luego tuvo que abandonar Chile junto a su familia estableciéndose en Argentina. Regresó en 1977, no pudiendo reintegrarse nuevamente a sus funciones. El 30 de mayo 2024 recibió un homenaje por parte de la Asociación Nacional de Magistradas y Magistradas en una actividad titulada “Los nombres silenciados del poder judicial”.