Entrevista a Antonio González Yaksic, químico farmacéutico magallánico, funcionario del Ministerio de Obras Públicas y ex militante del Partido Comunista, quien narra su experiencia de prisión política posterior al Golpe de Estado de septiembre de 1973. Gran parte de su cautiverio lo vivió en el Campamento de Prisioneros de Isla Dawson, de donde pudo conservar variados objetos de artesanía carcelaria y documentos personales que donó al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Profesora de estado en castellano, actualmente jubilada. Durante la dictadura fue dirigente en la Asociación Gremial de Educadores (AGECH) y desde 1987, en el Colegio de Profesores hasta la fecha.
En este fragmento de su testimonio, Olimpia relata lo que vivió el día del Golpe de Estado, y las acciones que intentó tomar cuando supo la noticia, así como el proceso en el que tomó conciencia de la gravedad de la situación
Rodemil Aranda Flores, Manuel Rodríguez, Juan Meneses, Mario Márquez
El movimiento sindical del cobre en la región del Libertador Bernardo O´Higgins fue intervenido por las autoridades militares tras el golpe de estado. Posteriormente, tras diversas presiones de los mismos trabajadores, se logró la realización de elecciones, en las que salieron electos representantes de diferentes tendencias políticas. Organizaron una serie de acciones contra la dictadura, como también dieron acogida a organismos de DDHH y a actividades culturales. Muchas veces, la realización de esté tipo de actos costó la libertad de los dirigentes sindicales.
Tenía 13 años al momento del golpe de Estado. Comenzó a participar en la capilla de las Hermanas de la Sagrada Familia y desde fines de los 70 se concentró en su formación religiosa. Vivió por un periodo en Santiago, donde participó en manifestaciones de oposición a la dictadura. Regresó a Coyhaique como laica hacia fines de 1983, momento en que se integró a la Pastoral Juvenil. Posteriormente, comenzó a trabajar en la Pastoral Social del Vicariato, donde se desarrollaron iniciativas de solidaridad enfocadas principalmente en niños y mujeres. Para la época del plebiscito fue colaboradora del programa Belén, con el que recorrió distintas comunidades de la región promoviendo la participación y el voto por el No.
Al momento del golpe de Estado tenía 15 años, era dirigente estudiantil y miembro de las Juventudes Socialistas. Trabajó en FUNDA entre 1979 y 1986. Durante ese periodo, colaboró activamente con la organización femenina en la región, promoviendo la asociatividad y empoderando a las mujeres, principalmente desde el punto de vista productivo. Trabajó con jóvenes en materia de educación popular, formó parte del movimiento Mujeres por la Vida en Coyhaique, llevando a cabo acciones muy de cerca al Sindicato de la Construcción. Posteriormente, se enfocó en el trabajo político de manera más abierta, participando en las distintas instancias de la campaña por el No.
Oriunda de Chile Chico, luego del golpe de Estado emigró con su familia hacia Argentina, donde comenzó a trabajar en redes de solidaridad. Al retornar a Chile en 1977, se integró al trabajo social que se estaba gestando en el Sindicato de la Construcción de Coyhaique. En 1981 participó de la creación de la primera olla común y del Comité de Cesantes. También se hizo parte del Departamento Femenino del Sindicato de la Construcción y participó en encuentros nacionales en una época en que se agudizó la represión contra los dirigentes. En mayo de 1983 volvió a Argentina, donde formó parte del primer Chile Democrático, en Comodoro Rivadavia. Su regreso definitivo a Chile se produjo en 1987, año en que se integró al movimiento Mujeres por la Vida y al Comando Unitario de Pobladores, fomentando la creación de los “comandos poblacionales del No”.