Elías Adasme (Illapel, 1955) artista visual que recurre a diversos medios como fotografía, instalación, performance, gráfica y video. Durante la Unidad Popular participa de Aquelarre, colectivo local de alfabetización al campesinado a través del teatro, el arte y la literatura. Tras al golpe de Estado dos de sus integrantes y amigos son detenidos desaparecidos. En 1974 migra a Santiago para ingresar a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile hasta ser expulsado unos años después por sus convicciones políticas. En 1978 se integra al Taller de Artes Visuales (TAV) donde se hace cargo del taller de fotografía. Esto le permitió desplazar su interés por el grabado hacia otros medios, en acciones y obras conceptuales que contarán con la colaboración de Luz Donoso, Patricia Saavedra y Hernán Parada. Sale del país en 1982 para instalarse finalmente en San José de Puerto Rico en 1983, ciudad en la que reside hasta la actualidad. La donación al Museo consta de una serie de fotografías de momentos del TAV, entre ellos la acción colaborativa que efectuaron con el artista francés Ernest Pignon-Ernest en 1981, montando serigrafías del retrato del poeta Pablo Neruda en diversos muros de las calles de Santiago.
Esta carta agradece el gesto de generosidad del matrimonio de Marta Precht y Carlos Sandoval junto a su familia, quienes cuidaron y protegieron a una niña de 6 meses, mientras sus padres sufrían persecución política. Ellos, en 1975, temiendo por sus vidas y por la integridad de la pequeña Paula, se vieron obligados a entregarla al cuidado de la iglesia a través del Comité para la Paz en Chile. Fue el ex sacerdote Cristian Precht quien buscó un hogar que pudiera recibirla mientras sus padres conseguían asilo político.
La niña pasó más de seis meses con esta familia, hasta que sus padres lograron partir al exilio a Cuba con ella. Después de un tiempo, escribieron esta carta a la Familia Sandoval Precht, en la que agradecen el amor y generosidad que le entregaron a Paula, y en la que hacen ver que estos gestos de bondad les ayudaron a sobrevivir en los difíciles tiempos de la dictadura.
El 14 de junio 2013, el fotógrafo holandés Chas Gerretsen visitó el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Testigo directo del bombardeo de La Moneda el 11 de septiembre de 1973, registró con su cámara el momento de la salida de los colaboradores del Presidente Salvador Allende que se encontraban al interior del palacio de gobierno, y como eran tirados boca abajo por los militares. El presente video incorpora el testimonio de estos hechos, en el que describe una secuencia de imágenes en color de ese momento que el foto-reportero donó al Museo y que están exhibidas como gigantografías en los muros de la sala Golpe de Estado.
Chas Gerretsen nació en la ciudad de Groningen, el 22 de junio de 1943. Desde fines de los años 60 comenzó a trabajar como corresponsal de guerra, cubriendo conflictos armados en Vietnam, Camboya y varios países de Latinoamérica. Llegó a Santiago el 8 de junio de 1973 como corresponsal de la Agencia Gamma y prestando servicios para la revista Time. En nuestro país cubrió los últimos meses de la Unidad Popular y el primer periodo de la dictadura –suya es la imagen más icónica que existe del dictador Augusto Pinochet con gafas oscuras. Durante la segunda mitad de los 70 trabajó como fotógrafo en Hollywood, siendo invitado por Francis Ford Coppola para realizar foto fija en el rodaje de Apocalypse Now, debido a sus experiencias en tiempos de guerra, cuestión narrada en el documental Dutch Angle: Chas Gerretsen & Apocalypse Now (2019), de Bariz Asman.
Gerretsen se retiró de la fotografía en 1989, pero sigue compartiendo las miles de imágenes que registró, por más de dos décadas, a través de redes sociales.
Anne Brodell llegó a Santiago el 4 de septiembre de 1973 para participar en una competición como parte del equipo de natación amateur de Estados Unidos. Tenía 16 años y sin querer vivió de cerca los inciertos y desoladores días que rodearon el golpe. Anne y su equipo pudieron salir de Chile el día 19 de septiembre mediante gestión diplomática. Sus memorias quedaron plasmadas en su diario personal, cuyas páginas de esos días entregó en donación al MMDH en enero de 2017. Anne actualmente es psicóloga especialista en terapia familiar.
En febrero de 2013, Exequiel Díaz Carroza llegó hasta el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos para entregar una valiosa donación. Siendo un joven Cabo 1º del Ejército, cumpliendo funciones en el Regimiento Nº19 Colchagua de San Fernando, comenzó a registrar una bitácora personal. Eran los días posteriores al golpe de estado y en un cuaderno fue anotando todos los ingresos y las salidas de los prisioneros políticos que llegaban hasta ese recinto militar. Los gestos humanitarios que tuvo con los prisioneros durante los primeros meses de la dictadura, le costaron al señor Díaz la expulsión del Ejército y posterior persecución por los servicios represivos. Sin embargo, sus acciones sirvieron, tres décadas después, para confirmar varios casos ante la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura.
En el año 2009, durante el proceso de construcción del MMDH, Geneviève Jacques llegó hasta las oficinas del equipo encargado del acopio de las colecciones que posteriormente darían forma al patrimonio inicial del Museo. Traía desde Francia una valiosa colección de arpilleras realizadas por mujeres chilenas, que había atesorado desde fines de los años 70; es decir, trasladaba estos textiles de vuelta a la tierra donde se habían creado. Dos años después, el 13 de enero de 2011, Geneviève pudo conocer el Museo en pleno funcionamiento, momento en el que aprovechamos de registrar su testimonio.
Geneviève y su marido André Jacques realizaron un comprometido trabajo de solidaridad a través de CIMADE (Comité Inter-Mouvements Auprès Des Evacués/ Comité para la Coordinación de Actividades de los Desplazados), apoyando la labor de artesanas arpilleristas chilenas para financiar comedores infantiles a través de la Vicaría de la Solidaridad.