Ana Llao, Juana Maturana, Mireya Zambrano, Gladys Rojas, María Ulloa, Ana María Conejeros, Erika Avilez, Julieta Montesinos, Gaby Cárcamo
Entrevista al grupo de mujeres por la defensa de la vida de Temuco. Este grupo comenzó organizando un Comité pro retorno del exilio, el que se tuvo que deshacer por las múltiples persecuciones. Posteriormente se conformó la Agrupación de Mujeres por la Defensa de la Vida. En este grupo participaban mujeres de diferentes tendencias políticas, algunas de ellas cercanas a la iglesia; se enfocaban en organizar manifestaciones y diversas actividades de denuncia contra la dictadura.
Verónica proviene de una familia de trabajadores y trabajadoras del campo. Su padre fue Rigoberto Cortés, militante del Partido Socialista, dirigente de la Confederación Ranquil. A los 16 años, el 4 de septiembre de 1973, partió a la Unión Soviética con un grupo de 93 jóvenes (fue una de las cuatro mujeres de este grupo), para recibir instrucción en mantención de maquinaria agrícola, como parte de un plan de la Reforma Agraria. Su viaje de capacitación se transformó en exilio. Retornó a principios de los 90 con su marido, su hija y su hijo para iniciar un proceso que fue tan difícil como su destierro. Hoy vive en Santiago y es funcionaria de la administración pública.
Proveniente de una familia campesina ligada a la Confederación Ranquil, Aldo Silva se hizo militante de las Juventudes Comunistas a la edad de 15 años. Fue uno de los 93 jóvenes que viajaron a la Unión Soviética para estudiar el mantenimiento de maquinaria agrícola, como parte de un plan de la Reforma Agraria, viaje que se realiza el 4 de septiembre de 1973. Recién llegados, vivieron el golpe lejos de sus seres queridos y de su tierra. Lo que para Aldo iba a ser un viaje de capacitación de tres meses se transformó en un exilio de 17 años. Retornó en 1990, con la familia que formó junto a una compañera del mismo grupo con la que tuvo una hija y un hijo. Sin embargo, este regreso significó una crisis que se materializó en conflictos y ruptura. En la actualidad, continúa militando en el Partido Comunista, activo en lo que refiere al trabajo político y social.
TESTIMONIO DE JUAN CARLOS CHAVEZ PILQUIL, estudiante de derecho, Juan Carlos es hijo de lsmael Chávez Lobos, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, detenido desaparecido desde el 26 de julio de 1974. Juan Carlos vivió el exilio junto a su familia en Amsterdam y un retorno a Chile que significó un desencuentro con una sociedad que aun está en deuda con la memoria y justicia de su padre.
TESTIMONIO DE CLAUDIO GONZÁLEZ Profesor de Filosofía PUC. Tras el Golpe de Estado, desempeñó tareas en el Comité de Ayuda a Refugiados, CONAR. En 1975 se le encomienda la formación de la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC), para la realización de programas en beneficio de los presos/as políticos/as, familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados, en los planos legal, social y psicológico, donde también tiene una gran preponderancia la problemática del Exilio y el Retorno. González actualmente es el Secretario Ejecutivo de FASIC y en representación de dicha Fundación integra el Directorio de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Es consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos elegido por la soci
Rosaura es hija de de uno de los fundadores de la Confederación Campesina Ranquil, el dirigente comunista José Campusano, quien partió junto a toda su familia al exilio, después de pasar por la prisión política en diferentes centros de detención. Después de vivir un año en Paris, partió a estudiar junto a su hermano José en la Universidad Patrice Lumumba en Moscú, donde se tituló de Ingeniera en Agronomía. Retornó a Chile a principios de los 80 y colaboró en acciones de resistencia clandestina. Con el fin de la dictadura trabajó en la empresa privada y en los últimos años retomó labores de su especialidad en el Servicio Agrícola Ganadero, SAG. Hoy continúa militando en el Partido Comunista, en la célula que lleva el nombre de su padre.