Luisa Castaldi, Héctor Vega y Margarita Cabrera
Este equipo del programa de Denuncia, Investigación y Tratamiento de la Tortura, de víctimas de la represión y su núcleo familiar del CODEPU, se forma en el año 1986 y se destaca por el trabajo interdisciplinario para abordar las problemáticas vinculadas a su campo de acción. Teniendo sede central en Santiago, funcionó en Valparaíso hasta 1992.
Ambos llegan desde el norte de Chile a la ciudad de Coyhaique en la década de los ’80, contando cada uno con una trayectoria en el ámbito de la cultura. En esta ciudad encuentran un espacio de expresión artística y de resistencia política del que se hicieron parte. Tanto en el Sindicato de la Construcción como en el Galpón y La Peña, se generaron las instancias culturales, de encuentro social y reorganización política que posibilitaron la conformación de un movimiento local en contra de la dictadura. Tal como en otras regiones del país, en Coyhaique se comenzaron a abrir espacios culturales y de expresión social, donde se pudo problematizar la realidad que se estaba viviendo, marcada por la cesantía, la represión y las permanentes amenazas. A pesar de las dificultades el mundo de la cultura jugó un rol protagónico para conseguir el fin de la dictadura.
Mario Curihuentro, Domingo Gineo, Rosamel Millamán, Isolde Reuque, Lucy Traipe, Antonia Painequeo, Elisa Avendaño.
Esta entrevista reúne el testimonio de hombres y mujeres mapuche que vivieron la represión de la dictadura junto a sus comunidades. También se profundiza sobre los Centros Culturales Mapuches, sus actividades de resistencia y denuncia sobre la situación social y política que se vivía en la época.
Oriunda de Chile Chico, luego del golpe de Estado emigró con su familia hacia Argentina, donde comenzó a trabajar en redes de solidaridad. Al retornar a Chile en 1977, se integró al trabajo social que se estaba gestando en el Sindicato de la Construcción de Coyhaique. En 1981 participó de la creación de la primera olla común y del Comité de Cesantes. También se hizo parte del Departamento Femenino del Sindicato de la Construcción y participó en encuentros nacionales en una época en que se agudizó la represión contra los dirigentes. En mayo de 1983 volvió a Argentina, donde formó parte del primer Chile Democrático, en Comodoro Rivadavia. Su regreso definitivo a Chile se produjo en 1987, año en que se integró al movimiento Mujeres por la Vida y al Comando Unitario de Pobladores, fomentando la creación de los “comandos poblacionales del No”.
Nacida en Puerto Aysén, proviene de una familia de militantes comunistas. Durante la Unidad Popular tuvo participación en las actividades sociales en la ciudad. Desde el mismo 11 de septiembre su familia sufrió la represión directa; su padre y dos de sus hermanos fueron detenidos y sometidos a torturas. Ella fue detenida y luego puesta en libertad, pero desde ese momento vivió permanentes situaciones de amedrentamiento, allanamientos y amenazas. Pese a esto, se mantuvo activa en la clandestinidad. Participó en los primeros pasos de reorganización partidista y luego en las primeras manifestaciones que se dieron en contra de la dictadura.
Silvia Ovando Alvarado, Susana Guerrero Toledo, Norma Menay, Gladys Oyarzún, Laura Muñoz, Victoria Torres, Sandra Águila, Viviana Mancilla, Irma López y Rosa Muñoz.
Entrevista grupal a integrantes de la agrupación de Mujeres de Chile, Magallanes. Esta agrupación se formó en febrero de 1983 para llevar a cabo diferentes acciones de lucha contra la dictadura, especialmente centrada en la ayuda a víctimas de la represión, además de acciones de denuncia y de defensa de derechos humanos.