Entrevista a Ana Ponce y Adolfo Catalán, representantes de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Lautaro. Las víctimas de Lautaro son principalmente ejecutados políticos, sus familiares iniciaron la búsqueda desde el momento en que fueron detenidos y luego de encontrar sus cuerpos han seguido unidos en búsqueda de verdad y justicia. Esta Agrupación se mantiene activa hasta hoy.
Miembros del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) Antofagasta, estos hermanos relatan cómo se vincularon a los movimientos de resistencia contra la dictadura, prestando ayuda a los familiares de víctimas y a los presos políticos. En su relato también es posible conocer la serie de amenazas y amedrentamientos que tanto ellos como su familia recibían permanentemente por el trabajo que realizaban.
Angélica Gallegos es la esposa de Rodolfo Leveque Carrasco, detenido desaparecido desde el 15 de septiembre del año 1973, día en que fue llevado por carabineros de la Comisaría de Rahue en Osorno, junto a su hermano Raúl. Junto a otros familiares de detenidos desaparecidos, formó la agrupación en el año 1975, con el fin de apoyarse en la búsqueda y fortalecerse en la demanda de verdad y justicia. Tuvieron un fuerte apoyo de la radio La Voz de la Costa para comenzar a reunirse.
Raúl Lagos, Zoila Gajardo, Mirta Álamos, Hugo Figueroa, Erna Henríquez, Rigoberto Álamo, Miriam Álamos, Aladino Bórquez, Miguel Fuentealba, Sonia Figueroa, Manuel Barrientos, Elsira Figueroa, Julián Fuentealba.
La Agrupación de Familiares de Víctimas de Liquiñe fue creada a comienzos de la década del 2000. La conforman cerca de 15 integrantes, viudas e hijos de detenidos desaparecidos de esa ciudad. Su principal motivación para organizarse fue recibir una respuesta digna respecto del caso de sus familiares, ya que venían siendo postergados por años y al unirse podrían luchar por más justicia. Actualmente se reúnen cada cierto tiempo en Coñaripe u otra localidad de la Región de Los Ríos, ya que actualmente todos viven en diferentes ciudades del sur de Chile.
TESTIMONIO DE JUAN CARLOS CHAVEZ PILQUIL, estudiante de derecho, Juan Carlos es hijo de lsmael Chávez Lobos, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, detenido desaparecido desde el 26 de julio de 1974. Juan Carlos vivió el exilio junto a su familia en Amsterdam y un retorno a Chile que significó un desencuentro con una sociedad que aun está en deuda con la memoria y justicia de su padre.
Claudia partió al exilio a la edad de siete años, después que la dictadura asesinara a su padre, Víctor Enrique Fuenzalida, jefe técnico de la CORA en Quillota. Con su madre Aydée Jara y su hermano Víctor llegó hasta Zaporozhe, Ucrania. Fue enviada junto a su hermano al Internado Internacional de Ivanovo (Rusia), donde la adaptación fue muy difícil, aunque pudieron compartir con niños y niñas provenientes de diferentes países con pasados similares al suyo. Al finalizar sus estudios secundarios, cursó la carrera de enfermería. Retornó a Chile a principios de los años noventa, integrándose junto a su madre y otros familiares a la Comisión de Derechos Humanos de Quillota, para lograr justicia y verdad para su padre y otros trabajadores militantes de izquierda asesinados en lo que la dictadura y la prensa oficial llamó el caso “Asalto a la Patrulla”. Actualmente trabaja como enfermera especialista en atención de diálisis.