Nacida en las salitreras, profesora de castellano y dirigente del Colegio de Profesores. Como tal fue detenida tras el golpe de estado, sometida a interrogatorios y torturas. Tras ser sometida a Consejo de Guerra, fue relegada a Coyhaique por 3 años, aunque permaneció en esa ciudad hasta después del retorno de la democracia.
Trabajador portuario, exonerado tras el golpe de estado de 1973. Relata su detención, el paso por el Regimiento de Telecomunicaciones en Iquique y luego por el Campamento de Prisioneros de Pisagua, donde fue torturado y amenazado de fusilamiento.
Previo al golpe militar fue procesado por supuesta pertenencia a un grupo militar, razón por la cual fue detenido en agosto de 1973, y llevado al Regimiento de Telecomunicaciones, donde fue torturado, además de ser testigo de las torturas y asesinatos de otros compañeros. Relata también su paso por el Campamento de Prisioneros de Pisagua después del golpe de Estado, y el Consejo de Guerra al que fue sometido. Habla de las dificultades económicas que vivió con posterioridad a su detención, por la persecución política que le impidió tener un trabajo estable.
Vivió su infancia en Santiago y a los 17 años se trasladó a Iquique. Relata su paso por el Campamento de Prisioneros de Pisagua, donde fue torturado. Destaca la solidaridad que se generó entre los detenidos, y recuerda también el uso y tráfico de drogas que se daba entre los uniformados a cargo.
En 1973 era profesora de enseñanza básica en la Escuela Nº15 de Rancagua. Detenida en 1984 en una casa de seguridad del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, FPMR. Torturada en el Cuartel Borgoño. Estuvo encarcelada hasta fines de la dictadura.
En febrero de 2013, Exequiel Díaz Carroza llegó hasta el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos para entregar una valiosa donación. Siendo un joven Cabo 1º del Ejército, cumpliendo funciones en el Regimiento Nº19 Colchagua de San Fernando, comenzó a registrar una bitácora personal. Eran los días posteriores al golpe de estado y en un cuaderno fue anotando todos los ingresos y las salidas de los prisioneros políticos que llegaban hasta ese recinto militar. Los gestos humanitarios que tuvo con los prisioneros durante los primeros meses de la dictadura, le costaron al señor Díaz la expulsión del Ejército y posterior persecución por los servicios represivos. Sin embargo, sus acciones sirvieron, tres décadas después, para confirmar varios casos ante la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura.